Sintiéndonos

Te vi, «tenías un vestido y un amor» pero yo te vi y no pude calcular en cuántos pedazos terminarían rompiéndose mis olas. Solo sé que te vi venir, y ahora todos mis insomnios me llevan a ti, a sitios donde nunca he estado y siento que caigo. No lo sabías, quizás todavía no lo sepas, aunque lo he repetido muchas veces, pero me conmueves. Me conmueves de una forma que a penas puedo explicar, ni siquiera me estás mirando y puedo sentir que tus ojos me atraviesan, son brutales, me dejan sin equilibrio mientras te veo. Tú solo existes y yo finjo que te toco con la punta de mis dedos, toco sinfonías interminables en tu piel hasta que sale el sol. Quiero darte el sol, siento que voy a quemarme si no lo hago. Y ahora, que no sales de mis poemas, que te atrincheraste en estas páginas en blanco y me llenaste de ti, ahora cómo se supone que debo escribir si desde que te vi rompo olas, pero no me ahogo. Traes contigo bailes acompasados, fibras de cristal, pones en peligro todos mis inviernos… yo era feliz, yo no soy feliz, «yo no buscaba a nadie y te vi».