EL SEÑOR DE LA GUERRA

Un cierto tipo de historia nos ha condicionado a privilegiar el significado de los hechos frente al significado de los hombres. La verdadera literatura histórica logra socavar esa ecuación, a veces arbitraria y empobrecedora, de lo real verdadero. Esta novela explora y articula las motivaciones que permiten comprender la figura de Tomás Cipriano de Mosquera dentro de una óptica que desborda las caracterizaciones simplificantes con las cuales suele interpretarse el hecho histórico. La literatura vivifica con carnadura, huesos, sueños, delirios y pasiones, a todos esos hombres condenados a la fría inmortalidad del bronce, que difícilmente puede rescatarlos a la existencia. La novela histórica es recuperación de la vida y la realidad vivencial que a veces subestima la historiografía. Ella nos permite acceder a una comprensión espiritual que liga y mantiene el flujo entre el pasado y el presente. La literatura verdadera se da cita con lo vivo y lo humano, con lo que es y seguirá siendo más allá del olvido que prescribe el tiempo. Esta novela, encadenante, configura un ejemplo único en nuestra narrativa, que nos permite entender la no fracturada continuidad de elementos que se da